Reducción mamaria

Las técnicas de reducción mamaria varían, siendo la más común la incisión en forma de ancla, que rodea el pezón, baja en forma vertical hasta el surco submamario; y ahí sigue hacia los lados por el mismo. El cirujano reseca la glándula excedente junto con grasa y piel; y recoloca el pezón y la areola en su nueva posición. Luego trae la piel de ambos lados y la sutura dándole nueva forma a la mama. A veces utiliza la lipoaspiración como método complementario para adelgazar la zona debajo de la axila.

En la mayoría de los casos los pezones se mantienen unidos a sus vasos y nervios, aunque en los casos de mayor tamaño puede ser más seguro cortarlos e injertarlos en su nueva posición, lo que provoca la pérdida de su sensibilidad.

Las suturas rodean la aréola, siguen una línea vertical hacia abajo, y continuan a lo largo del surco mamario, aunque en algunas técnicas se evita esta larga cicatriz horizontal frunciendo la piel de la incisión vertical.

Después de la cirugía.

Después de la cirugía Ud. tendrá un vendaje elástico o gasas sostenidas por un corpiño. También se deja a veces un tubo delgado en cada pecho para drenar la sangre y los líquidos por un día o dos.

Al principio podrá sentir algo de dolor especialmente si tose o se mueve, por lo que su cirujano le indicará analgésicos. Los vendajes serán retirados un par de días después de la operación, y seguirá usando el corpiño durante las 24 hs. por varias semanas. Las suturas serán sacadas entre la 2a y 3a semana.

Su primera menstruación después de la cirugía puede ocasionarle dolor en los pechos y puede sentir puntadas de vez en cuando durante unos meses. Puede haber una pérdida parcial de la sensibilidad en los pezones y la piel ocasionados por la hinchazón. Esto desaparece paulatinamente en unas seis semanas aunque en algunos pacientes dura hasta un año; y en algún caso puede ser permanente.

Volviendo a la normalidad.

Aunque Ud. pueda estar de pie y andando en uno o dos días, sus pechos estarán doloridos durante un par de semanas. Evite levantar o empujar cosas pesadas durante tres o cuatro semanas.

Su cirujano le indicará cómo reanudar sus actividades normales. La mayoría de las mujeres pueden volver a un trabajo no muy riguroso y a las actividades sociales en unas dos semanas. Pero Ud. se sentirá "floja" por varias semanas, y necesitará un corpiño de tipo atlético por este tiempo. La actividad sexual debe ser evitada por una semana o más ya que el estímulo sexual puede provocar edema en sus heridas. Una pequeña cantidad de líquido puede drenar de ellas formando costras al principio. Si tuviera dolor agudo o sangrado abundante no dude en llamar a su cirujano.

Su nuevo aspecto.

Aunque gran parte del edema y los hematomas desaparezcan en las primeras semanas, puede llevar seis meses hasta un año antes de que sus pechos terminen de adaptarse a su nueva forma. Aun entonces, su forma puede variar de acuerdo a los cambios hormonales, los cambios de peso y los embarazos.

Su cirujano hará lo posible para hacer sus heridas los menos notorias que sea posible aunque no debe olvidar que en la reducción mamaria éstas son extensas y permanentes. Habitualmente permanecen gruesas y rojas por varios meses para gradualmente empalidecer hasta hacerse poco visibles. De todas las cirugías plásticas esta es la que da el cambio más rápido en la forma de su cuerpo. Se sentirá aliviada de la incomodidad provocada por los pechos grandes, su cuerpo tendrá un aspecto más proporcionado y su ropa le quedará mucho mejor. A pesar de todo lo que Ud. haya deseado este cambio, no olvide que necesitará un tiempo para adaptarse a su nuevo esquema corporal lo mismo que su familia y sus amigos. Sea paciente con Ud. y con ellos. Recuerde siempre por qué quiso operarse y así es seguro que, como la mayoría de las mujeres operadas, Ud. también estará satisfecha con los resultados.